Cafetales del programa Scolel’te y sus impactos
El estado de Chiapas cuenta con una gran riqueza en ecosistemas terrestres. De la totalidad de su extensión, al menos el 57% de su superficie son áreas forestales (CONAFOR, 2016). De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía en México (2015), el 95% de su población trabaja en el sector agrícola, el cual se dedica, predominantemente, a la agricultura y pastoreo en pequeñas escalas.
El café es el producto agrícola de mayor presencia en los campos de Chiapas y es el primer lugar nivel nacional como estado productor de café. Por su parte, México es el décimo lugar de exportación de café a nivel mundial (SAGARPA, 2016).
El café, para las familias de comunidades rurales en el estado de Chiapas, representa el insumo de mayor importancia en su sustento. Es por ello, que el programa Scolel’te trabaja con un sistema agroforestal para la captura de carbono, denominado Cafetal Mejorado Tropical (AF-CAFÉ-TRO1).
Este tiene como objetivo aprovechar todos los espacios que se tienen en los cafetales, mediante la plantación de árboles de valor comercial, tales como el cedro y la caoba, árboles frutales, otros no maderables (como las palmas), de tal manera, que se pueda mejorar la sombra para el cultivo de café. En el corto plazo, se pueden obtener frutas y otros productos no maderables, en un largo plazo, madera para su aprovechamiento local y/o venta, que contribuye a mejorar los ingresos de las familias participantes y su seguridad alimentaria.
El sistema está diseñado para ser implementado en alturas que oscilan entre los 600 metros a los 1,700 metros de altura a nivel del mar. Con este sistema se puede capturar hasta 39 toneladas de carbono por hectárea, lo que significa un ingreso extra por el cultivo de café sustentable bajo sombra.
El café sustentable bajo sombra es un importante aliado para frenar la deforestación y la degradación de los bosques, además de contribuir en conservar la biodiversidad. De acuerdo con la Guía de Buenas Prácticas para Café Sustentable en México, el café bajo sombra emplea más de 70 especies de árboles diferentes.
Además, señala que las plantaciones de café son muy variadas (hasta 500 especies de flora útil), contribuyen a la polinización y a conservar la fauna. La presencia de murciélagos se identifica como un indicador de la contribución del cafetal en la conservación de la biodiversidad.
El Programa Scolel’te trabaja con 138 hectáreas, bajo el sistema de Cafetal Mejorado Tropical, en las regiones de: Selva, Sierra Madre, Ocote, Chol y Tseltal. Se colabora con 31 comunidades en total, que cultivan el café pergamino para su consumo y comercialización. Cuatro de estas comunidades en la región Selva, forman parte de la Sociedad de Solidaridad Social SPOSEL (Sociedad de Productores Orgánicos de la Selva Lacandona) para el comercio del café orgánico de sombra, certificado y bajo el esquema de comercio justo; así como, otras tres comunidades de la Sierra Madre comercializan café orgánico.
El potencial de venta por café en pergamino para estas comunidades oscila en ingresos aproximados de $230 dólares por hectárea cultivada. Esto, aunado a los pagos por captura de carbono, contribuyen a diversificar las fuentes de ingreso de las familias en comunidades rurales que participan en el Programa Scolel’te.