La agrobiodiversidad en manos de las mujeres.
La diversidad en los alimentos es amenazada a medida que se reemplazan las especies tradicionales por especies alteradas geneticamente. Esta tendencia es peligrosa para la gente que durante varios meses del año depende de los recursos naturales para sobrevivir.
En la mayoría de las culturas, las mujeres han sido las guardianas de la biodiversidad. Ellas producen, reproducen, consumen y conservan la biodiversidad en la práctica de la agricultura. La participación de las mujeres en la domesticación y conservación de especies como es el caso de la milpa, es fundamental ya que al ser ellas, por lo regular las encargadas del cuidado y la alimentación de la familia, tienen percepciones e identidades diferentes en los procesos del sistema productivo.
Las mujeres tienen un papel en la selección de semillas, actividad que comienza en la cosecha, donde ellas junto con el resto de la familia identifican semillas de buena calidad basándose en su tamaño, formación de granos y en su resistencia a plagas e insectos, todo ello basado en el conocimiento empírico adquirido generación tras generación.
Esto fue observado en el proyecto Agrobiodiversidad Mexicana (Proyecto financiado por Global Environment Facility – GEF e implementado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – FAO), del cual AMBIO fue parte. AMBIO promovió la participación de mujeres como actoras clave para el desarrollo rural y conservación de la agrobiodiversidad, generando acciones afirmativas que contrarrestaran condiciones de discriminación.
Después de tres años de ejecución del proyecto, se reafirma la necesidad de generar iniciativas que mejoren las condiciones de vida de las mujeres rurales y que les permita espacios que fomenten la igualdad de oportunidades, participación y acceso a capacitación.